La maicena o fécula de maíz es un ingrediente que no puede faltar en la cocina, pues es clave para hacer postres, masas y hasta para espesar cualquier comida. Sin embargo, en los últimos años ha ganado popularidad en cuanto al cuidado de la piel se refiere, además es un elemento clave en la elaboración de mascarillas para el cabello o el rostro debido a sus propiedades.

Son varios los productos de la cocina que sirven para hacer remedios naturales y caseros, uno de ellos es la maicena; ésta proporciona nutrientes que mejoran la apariencia de la piel e, incluso, tiene un efecto tipo botox. Existen diferentes tipos de mascarilla que puedes hacer con este ingrediente, todo depende del resultado que desees. 

Los beneficios de la maicena van desde la disminución de manchas hasta la reducción de poros. A continuación te compartimos una guía sobre las propiedades de este ingrediente y cómo puedes usarlo en una mascarilla que hará maravillas con tu piel. 

A diferencia de la harina tradicional, para obtener la maicena el grano de maíz se moja para que fermente, posteriormente se machaca y lava para retirar el almidón, de ahí sus beneficios. 

Debido a sus propiedades antioxidantes y antisépticas, ayuda a reducir la grasa del cutis. Funciona como un limpiador facial para combatir el acné y los puntos negros, de tal forma que dará mayor luminosidad y suavidad a tu rostro. 

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También alivia el enrojecimiento, aclara la piel y desvanece las manchas.  Se dice que produce un efecto botox natural en el rostro, ya que contrarresta los efectos del tiempo, es decir, reduce las arrugas y previene el envejecimiento prematuro.

Existen distintas mascarillas faciales hechas con maicena que te permitirán obtener un rostro radiante y suave. Si lo que buscas es aclarar y rejuvenecer la piel, lo único que debes hacer es mezclar 2 cucharadas de maicena, una cucharada de miel de abeja, 10 gotas de aceite de almendras y una clara de huevo. 

Una vez que mezclaste los ingredientes, coloca la mascarilla en tu rostro y da un fino masaje en círculos. Deja reposar alrededor de 15 minutos y retira con abundante  agua. 

Una vez que secaste tu rostro, no olvides ponerte tu crema hidratante. Se recomienda sólo usarla una vez por semana para evitar cualquier irritación en tu piel.

¿Por qué miel? Es un producto que aporta múltiples nutrientes. Hidrata, suaviza, elimina y previene la aparición de acné, ayuda a regenerar las células y es un antiséptico, por lo tanto es ideal para tratar las cicatrices o lesiones de la piel.