En solo cuatro años, Karelia Rodríguez se labró un nombre en Santiago asociado al diseño de cejas y pestañas. En su humilde local de Alfredo Brañas la maga de la mirada trabajó de sol a sol para ganarse a la clientela. Y hoy, con una lista de espera de un mes, se lanza a una nueva aventura en otro bajo comercial. Es casi el triple de grande que el anterior, también en el Ensanche, en la calle Rodríguez Carracido. En sus 130 metros cuadrados, Karelia Brows no solo ampliará y mejorará su carta de tratamientos para el rostro, sino que también ha decidido apostar por completar los servicios con una zona específica para manicura y pedicura.
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Ilusionada y asustada en la misma medida con este salto, la subcampeona europea de arquitectura de cejas explica que a partir de mañana dispondrán de «un área de spa de pies». En ella harán distintos tipos de pedicuras para hombres y mujeres, incluido «un detox para desinflamar los pies y dejarlos como nuevos, por ejemplo, si has hecho el Camino de Santiago».
En cuanto a la manicura, continúa, «buscábamos reunir todas las técnicas posibles» y para ello contará con un amplio arsenal de aparatos, así como con dos profesionales con amplia experiencia. «Trabajamos con la marca OPI y con herramientas de Navy, una empresa de Reino Unido pequeña que no produce de forma masiva y fabrica un buen material. Quería rodearme de las mejores especialistas y ofrecer un servicio de calidad, que se verá reflejado en su coste, pero sobre todo en los resultados». Realizarán tanto trabajos más artesanales con aerógrafo como manicuras y decoraciones de moda (baby boomer, rusa combinada...), así como las clásicas, semipermanentes, de gel o acrílico. Destaca Karelia que «utilizamos todo tipo de bases de última generación para proteger la uña, conseguir un determinado acabado estético y adaptarnos a las necesidades de cada cliente sin que repercuta en el precio final. Hay bases fortalecedoras, para estrías, con keratina... incluso específicas para proteger las uñas con la semipermanente».
En el nuevo centro seguirá contando con su madre, Rosario Mercedes, como mano derecha en la recepción; y con su ayudante habitual para el diseño de miradas, Ciria Dayanna. El nuevo equipo lo completa Erika Calo, experta en micropigmentación de cejas, labios y ojos, ganadora del tercer puesto en su disciplina en el certamen Softliner España 2021. Y, en un futuro, avanza la propietaria de Karelia Brows, «se va a incorporar una maquilladora».
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El nuevo local, diseñado en tonos pastel por Eva y Noelia de Ela Interiorismo, «llama mucho la atención. Queríamos que fuera un sitio confortable, en el que no faltase detalle, y totalmente instagrameable. Para mí era importante crear un espacio funcional y bonito, que despierte una sonrisa en la cara de las personas en cuanto cruzan la puerta», apunta esta pequeña empresaria de 36 años.
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