Escuelas no tienen garantía de apoyos de alimentación y horario extendido

2022-06-19 00:14:08 By : Mr. Tom Chen

Las escuelas que forman parte del programa La Escuela Es Nuestra (LEEN) están en la incertidumbre debido a que no tienen garantizados los apoyos para horario extendido y alimentación. Además, las 27 mil instituciones que formaron parte de Escuelas de Tiempo Completo no podrán recibir recursos del nuevo programa.

Debido que la SEP realizó modificaciones a las reglas de operación, las cuales establecen que “los planteles previamente seleccionados en ejercicios fiscales anteriores, ya no serán susceptibles de ser nuevamente beneficiados por el programa LEEN para el presente ejercicio fiscal”.

Pero eso no es todo, aquellos planteles que sean seleccionados por primera ocasión para ser beneficiarios, no tienen la garantía de que recibirán el apoyo en una segunda ocasión. Tampoco hay certeza que en el presente ciclo escolar los recursos alcancen para cubrir ambos servicios: alimentación y horas extra.

De hecho, las propias reglas de operación del programa incluyen un apartado en el que señalan que las escuelas podrán contar con servicio de alimentación aunque los padres de familia decidan no contar con el horario extendido.

¿Por qué hacerlo así cuando en las Escuelas de Tiempo Completo siempre se contemplaron los dos servicios?

“No dan las cuentas para tener una jornada ampliada con servicio de alimentación, no alcanza”, subraya Fernando Alcázar, director del área de estudios jurídicos de Mexicanos Primero.

Alcázar explicó que a pesar de que los montos que La Escuela es Nuestra entregará este 2022 son mayores, comparados con años anteriores, la realidad es que resultan insuficientes para cubrir los gastos de alimentación y horas extra a los alumnos de educación básica.

El experto ejemplificó la problemática con un plantel que tiene 100 estudiantes y  el cual, de acuerdo con las reglas de operación, tendría un apoyo de 250 mil pesos.

Para los alimentos, el programa contempla un subsidio máximo de 15 pesos por alumno al día, es decir, mil 500 pesos diarios en este plantel con 100 alumnos. El ciclo escolar 2021-2022 consta de 200 días, por lo que solo en alimentos se requeriría un apoyo de 300 mil pesos.

Además, faltaría el pago a la persona Coordinadora Escolar del Servicio de Alimentación (CESA) que estará a cargo la preparación de los alimentos quien, de acuerdo con la guía 2022 del programa, recibirá un apoyo de hasta 3 mil 800 pesos mensuales.

Otro pendiente sería el pago a los docentes que cubrirán las horas extra; una transacción que con anterioridad hacían los gobiernos estatales y que ahora será responsabilidad de los padres de familia.

El director del área de estudios jurídicos de Mexicanos Primero explicó que al momento no se cuenta con alguna referencia para este año de cuánto se les debe pagar a los profesores y directivos por las horas extra, pero si se toman los montos de 2021 se estaría hablando de un pago entre 30 y 45 mil pesos por ciclo escolar a un maestro; y entre 45 y 60 mil pesos anuales a un directivo.

“Si en una escuela tienen (en horario extendido) a un maestro y un directivo estamos hablando que su pago significa una tercera parte de lo que reciben. No te dan las cuentas”, insistió Alcázar.

Para el experto, esto se está prestando para una simulación e incluso se puede correr el riesgo de que el recurso sea utilizado en otra cosa como una obra de infraestructura.

“En los hechos esto se está prestando para una simulación y se puede correr el riesgo -hay una alta probabilidad- de que para evitarse todos estos problemas; y viendo que no les va a alcanzar (los comités escolares) decidan mejor utilizar el dinero para una obra de infraestructura”, alertó.

Desde 2007, cuando el programa Escuelas de Tiempo Completo inició como una prueba piloto, año con año fue sumando a planteles educativos beneficiados hasta llegar, en 2020, a 27 mil 067 escuelas con una población de 3 millones de estudiantes a quienes se les garantizaron recursos para que año con año -una vez dentro del programa- no dejaran de ser beneficiarios.

El tiroteo en una escuela primaria de Uvalde, Texas, ha reabierto el debate sobre el control de las armas en Estados Unidos.

Al menos 19 niños y dos maestras murieron este martes en el colegio Robb Elementary School después de que un individuo irrumpiera abriendo fuego contra los alumnos.

El sospechoso, de 18 años, tenía una pistola, un rifle semiautomático y cargadores de alta capacidad, según los investigadores. Se le acusa, además, de disparar a su abuela justo antes de la masacre.

Esta matanza evidencia el impacto de la cultura de armas que reina en EE.UU., país vestido de luto una vez más por un tiroteo masivo en una escuela.

Si bien es difícil calcular la cantidad de armas de fuego en manos privadas, cifras de la Small Arms Survey, un proyecto de investigación con sede en Suiza, estiman que en 2018 había unos 390 millones de armas en circulación.

EE.UU. es el país con más civiles propietarios de armas de fuego. Se estima que en 2018 había 120,5 armas por 100 habitantes, frente a 88 por cada 100 en 2011.

Los últimos datos difundidos sugieren que la propiedad de armas creció significativamente en los últimos años. Un estudio publicado por Annals of Internal Medicine en febrero reveló que 7,5 millones de adultos estadounidenses, poco menos del 3% de la población, adquirieron una arma por primera vez entre enero de 2019 y abril de 2021.

Esto, a su vez, expuso a 11 millones de personas a armas de fuego en sus hogares, incluidos 5 millones de niños. Aproximadamente la mitad de los nuevos propietarios de armas en ese período eran mujeres, mientras que el 40% eran negros o hispanos.

Un estudio separado, publicado por la Academia Estadounidense de Pediatría en 2021, vinculó un aumento en la posesión de armas durante la pandemia con tasas más altas de lesiones por armas entre niños.

¿Cuántos tiroteos masivos hay en EE.UU.?

Más tiroteos que días del año. Es lo que ha sucedido desde 2019 en Estados Unidos según el registro que lleva Gun Violence Archive (GVA, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que rastrea la violencia armada en el país.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., un total de 45.222 personas murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego durante 2020, el último año del que se dispone de datos completos.

Y aunque los tiroteos masivos y los asesinatos con armas de fuego generalmente atraen más la atención de los medios, el 54% del total de fallecimientos fueron suicidios, unas 24.300 muertes.

Un estudio de 2016 publicado en el American Journal of Public Health encontró que había una fuerte relación entre los niveles más altos de posesión de armas en un estado y las tasas más altas de suicidio con armas de fuego tanto para hombres como para mujeres.

En 2020, el 43% de las muertes por arma de fuego en EE.UU., un total de 19.384, fueron homicidios, según datos de los CDC. La cifra representa un aumento del 34% desde 2019 y un aumento del 75% en el transcurso de la década anterior.

Casi 53 personas mueren cada día por un arma de fuego en EE.UU., según los datos.

Las cifras también muestran que la gran mayoría de los asesinatos en el país, el 79%, se llevaron a cabo con armas de fuego.

Esa es una proporción significativamente mayor de homicidios que en el caso de Canadá, Australia, Inglaterra y Gales, y muchas otras regiones.

Las muertes por “tiroteos masivos” que atraen la atención internacional son más difíciles de rastrear.

Según el FBI, hubo 345 “incidentes de tiradores activos” en Estados Unidos entre 2000 y 2020, que resultaron en más de 1.024 muertes y 1.828 heridos.

El ataque más mortífero de este tipo, en Las Vegas en 2017, mató a más de 50 personas y dejó 500 heridos. Sin embargo, la gran mayoría de los tiroteos masivos dejan menos de 30 muertos.

A pesar de la indignación pública generalizada, el apoyo estadounidense a leyes de armas más estrictas en 2020 cayó al nivel más bajo desde 2014, según una encuesta de Gallup.

Un 52% de los estadounidenses encuestados dijeron que querían leyes de armas más estrictas, mientras que el 35% dijo que deberían seguir siendo las mismas.

El 11% de los encuestados dijo que las leyes deberían ser “menos estrictas”.

Algunas restricciones a las armas de fuego son ampliamente apoyadas por todos los colores políticos, como las limitaciones que rigen la venta de armas a personas con enfermedades mentales o en listas de “vigilancia”.

A pesar de años de problemas financieros y conflictos internos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) sigue siendo el lobby de armas más poderoso de EE.UU., con un presupuesto sustancial para influir en los miembros del Congreso sobre la política de armas.

Durante los últimos ciclos electorales, la NRA y otras organizaciones han gastado fortunas en mensajes a favor de las armas.

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