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Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.
Escrito por Luz Marina Carpio Hernández
En el mundo del cuidado facial existen cientos de opciones para mejorar el aspecto del rostro; tensando arrugas, aclarando manchas, proporcionando colágeno y refrescando la mirada. Si bien la cosmética comercial amplía su catálogo, los tratamientos caseros, como las mascarillas de huevo, a diario ganan seguidores.
El uso de las claras como ingrediente antienvejecimiento genera controversia. Sucede que por mucho tiempo se han propagado las bondades del huevo para la piel, pero un pequeño margen de posibles efectos adversos, en escenarios puntuales, ameritan prestarle más atención que a otros sueros naturales.
Los faciales preparados con este alimento no son malos. Sin embargo, es conveniente aprender tanto los beneficios como los peligros potenciales que representan para algunas pieles.
El huevo es uno de los alimentos más completos que existe, como resalta el Instituto de Estudios del Huevo. Posee vitaminas, lípidos, ácidos grasos saturados y ácidos grasos monoinsaturados. Igualmente, contiene proteínas de alto valor biológico con cantidades equilibradas de aminoácidos, según agrega la Organización de Consumidores y Usuarios de España.
Su ingesta es común en diversas recetas culinarias, aunque también destaca como componente principal en remedios caseros de belleza. La implementación de las claras, más que la yema, se debe a que supuestamente las propiedades del producto contrarrestan los signos del envejecimiento prematuro.
Asimismo, los amantes de las mascarillas de huevo aseveran ventajas limpiadoras, tonificantes, descongestionantes, astringentes y refrescantes. No faltan quienes asocian el poder de estos preparados a la aceleración de la cicatrización.
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Aplicar clara de huevos por sí solas o combinadas con otros ingredientes en la cara, asoma riesgos potenciales en pieles con ciertas condiciones. Por ejemplo, entre quienes tienen tendencia al acné, heridas abiertas o quemaduras.
Aunque hay quienes defienden la efectividad de las mascarillas de huevo en lo relativo al cuidado del cutis, no existen suficientes evidencias que sostengan las aseveraciones. El uso de estas alternativas continúa; solo que conviene la precaución para evitar las siguientes secuelas.
Si recién sufriste un corte, un rasguño o una raspadura, evita que las claras de huevo entren en contacto con la piel. Es posible que deriven en una infección secundaria. Tratándose del rostro, sería mayor la gravedad.
Ante una alergia conocida a los huevos, no los comas ni tampoco utilices de modo tópico. Ponerte una mascarilla a sabiendas del rechazo de tu organismo tendría como consecuencias la erupción cutánea, la picazón y los inconvenientes para respirar. La reacción depende del grado de la patología.
En caso de desconocer sobre la alergia, puedes realizar una prueba cutánea, como la aplicada en niños y difundida por Nemours Children’s Health:
Los huevos pueden contener bacterias llamadas Salmonellas. Estas son un patógeno capaz de infectar una multitud de huéspedes, como animales, plantas y protozoos, convirtiéndose en una importante amenaza para la salud pública. Así lo expone un capítulo del libro In Food Microbiology: Fundamentals and Frontiers.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) implementa regulaciones para disminuir la contaminación de huevos en la granja y así controlar la Salmonella. Pero destaca que es importante que los consumidores colaboren con el manejo seguro del producto.
Las mascarillas de claras se hacen con el ingrediente crudo. Si se aplican sobre una quemadura, existe el peligro de una infección localizada y potencialmente sistémica, con escenario de sepsis.
Si mientras esperas que la mascarilla haga efecto te paseas por la casa, es probable que caigan gotas sobre superficies como fregaderos, mesones o mostradores. Así se contaminan las superficies.
Procura esparcir la sustancia en tu rostro con guantes y permanece en un solo sitio, ya que así previenes regar partículas de la proteína en las salas y que algún familiar alérgico sufra daños.
La intolerancia al huevo es diferente a una reacción alérgica. No tolerarlo provoca molestias gastrointestinales e inflamación después de consumirlo.
¿Cómo es posible que suceda con una mascarilla? Al tratarse de un facial, un poco de la fórmula podría colarse por la boca.
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Lo importante es ser precavidos antes de extender en tu rostro una mascarilla hecha con huevo. Nunca untes la sustancia sobre lesiones y trata de hacerlo en el baño o en el fregadero, siempre desinfectando el área y las manos antes y después de retirar el remedio.
Otros consejos son utilizar huevos orgánicos, de cartón o pasteurizados. Y consultar con un médico el empleo de las alternativas con claras, sobre todo si eres de piel sensible.
En este artículo te contaremos cuáles son los beneficios de la clara de huevo para la piel. ¡No te pierdas estas mascarillas caseras!
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.
Escrito por Luz Marina Carpio Hernández
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