Es una de las plantas medicinales más utilizadas como remedio casero, pues no son pocas las personas que tienen incluso un aloe vera en casa y hacen uso de su gel siempre que es necesario. La planta como tal puede parecer que tiene una imagen de cactus, pero no lo es, aunque sí que suele crecer en climas cálidos. Para que crezca precisa un sustrato necesario, que debe ser rico en minerales y arcilloso.

Sus propiedades beneficiosas son muy conocidas. “Si hacemos un pequeño anticipo, podemos decir que, de forma interna, es muy détox, tiene propiedades depurativas, laxantes y de protección estomacal. Mientras, como uso tópico, sobre todo destacan las antiinflamatorias y, sobre todo, es ideal frente las irritaciones y posibles quemaduras, no solo las solares”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí.

“De la planta se usa, principalmente el látex y el gel. El gel es la parte mucilaginosa, que se encuentra en la parte mas interna de las hojas. Es rica en glucomananos, aminoácidos, lípidos, esteroles y vitaminas. En la parte mediana de la hoja es donde se encuentra el látex, un líquido de color amarillento, y contiene los glucósidos y las antraquinonas. La parte más externa es la que protege la hoja y contiene las proteínas y carbohidratos (el córtex)”, nos cuenta la experta.  

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-Uso oral. Protege la mucosa estomacal, por lo que es especialmente eficaz en casos de úlceras, acidez, reflujo y ardor digestivo.

También es un buen aliado de un détox oral, pues es laxante ligero y regula el tránsito intestinal.

-Uso tópico. Destacan, sobre todo, sus propiedades cicatrizantes, emolientes, antisépticas, antiinflamatorias, hidratantes, antiirritativas y regenerantes, para mejorar todo tipo de quemaduras incluyendo las solares.

Se trata de una planta con acceso muy fácil, al igual que los remedios caseros. “Lo ideal es cortar la hoja de la planta por la mañana. Posteriormente se eliminan las espinas, se pela la hoja (se elimina el córtex) quedando la parte de extracción del aloe, conocido como filete. Se lava el filete, poniéndolo en agua durante 24 horas, cambiando el agua dos o tres veces. Y eso es lo que vamos a usar, para extraer el gel o el jugo”, nos cuenta Meritxell Martí, que apunta que así las hojas expulsan la Aloina, que puede ser tóxico (es altamente purgante), siempre que deseemos usarlo de forma oral, aunque si el uso es tópico solo realmente no es necesario extraerla y podemos pasar al siguiente paso directamente.

Después simplemente cogemos la hoja de la planta de aloe, y tras eliminar la primera capa, ya se ve la gelatina, que es lo que usaremos. Lo podemos extraer de forma fácil con una cucharita y lo ponemos en un bol o simplemente dejamos caer el zumo poniendo la hoja boca abajo.

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“Podemos usar directamente el gel de aloe vera en la piel, pero si la piel es muy sensible o especialmente seca, aconsejo mezclar el aloe vera con aceite de coco, o aceite de rosa mosqueta, este último sobre todo cuando se trata de quemaduras de la piel. El gel de aloe vera después de depilar la piel, para disminuir la irritación, baja las posibles rojeces. Se aplica directamente en la piel”, comenta la farmacéutica.

Cuando son quemaduras solares, una buena idea es ponerlo muy frío. “Para ello, podemos aplicar el gel, que previamente hemos guardado en la nevera en un bol en baño maría con hielo, aunque entiendo que la sensación es difícil de aguantar al principio, baja la inflamación mucho más rápido”, nos explica.

Para el acné irritado e inflamado, se puede aplicar el gel de aloe directamente, pero si lo mezclamos con zumo de limón, será astringente y antiséptico. El gel queda mucho más líquido y por ello lo podemos usar como si se tratara de un tónico impregnando un algodón y usándolo después de la limpieza de la piel.

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El aloe vera es muy descongestionante, por lo que el gel de aloe vera es muy efectivo, aplicado a modo de mascarilla. Hay que poner el gel de aloe vera frío durante veinte minutos, posteriormente retirar el exceso de gel de aloe y extender la crema de contorno de ojos.

Se puede también preparar una mascarilla con clara de huevo batido y gel de aloe vera, queda una mascarilla bastante líquida. La podemos usar para la zona de contorno de ojos para tensar la piel y disminuir el efecto de bolsas y patas de gallo en el contorno de los ojos. Aplicarla durante 15 minutos y posteriormente eliminarlo con agua templada y aplicar la crema específica para esta zona.

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Se puede realizar un gel de aloe al que se puede añadir mentol, para ello el mentol cristal se machaca en el mortero y se disuelve con unas gotas de alcohol. Se añade al gel de aloe vera, en una cantidad de media cucharadita de mentol solubilizado por 200 ml de gel de aloe. Hay que mezclarlo bien, el gel de aloe se tornará mucho más blanquecino y líquido, conservarlo en la nevera y aplicarlo cuando tengamos las piernas hinchadas o pesadas. Si le añadimos un poco de agua, lo podemos aplicar con una botella con spray en las piernas, cuando las notemos más cansadas.

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-Tópicos: puede irritar o dar sensación de tirantez y algunas veces (muy extremas) dermatitis. Estas suelen ocurrir debido a una hipersensibilidad o alergia a las antraquinonas. Puede interaccionar con la hidrocortisona, de forma tópica.

-Oral: Puede producir dolor abdominal, diarreas, rampas, pérdida de electrolitos si es demasiado laxante. No se debe tomar en caso de que haya alergia a la planta o las Liliáceas. No se recomienda en embarazo y lactancia vía oral. Podría provocar una disminución del contenido de potasio, sobre todo si se toman diuréticos, al hacer disminuir los niveles de azúcar sanguíneo puede interactuar con los fármacos hipoglucemiantes.

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Sobre, todos los remedios caseros, pueden ser útiles, pero hemos de tener en cuenta que no se han preparado como se hacen los propios cosméticos, con las dosis o cantidades de cada ingrediente, las condiciones de higiene ni de conservación que un laboratorio cosmético. “Por eso, antes de aplicar cualquier remedio casero, hemos de tener en cuenta que puede ser alergénico o irritante por lo que es preferible hacer un test en una zona no visible de la piel. Natural y casero no implica que necesariamente sea seguro e inocuo”, nos comenta la propietaria de Farmacia Meritxell, que recomienda no conservarlo más de un día y siempre en nevera, así como no usarlo en zonas de piel dañada o abierta, mucho menos cuando existen infecciones.

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